El mercado inmobiliario español en el tercer trimestre de 2025: precios récord y un año histórico de inversión
30 oct 2025
En este artículo analizamos cómo España vive un auge inmobiliario sin precedentes: precios récord, inversión en máximos y desequilibrio entre oferta y demanda.

El mercado inmobiliario en España sigue imparable. En el tercer trimestre de 2025, la vivienda ha vuelto a marcar máximos históricos en precios y demanda, mientras la inversión extranjera y nacional se consolida como una de las más fuertes de Europa. Aunque el crecimiento del sector es innegable, también deja al descubierto un reto evidente: la falta de oferta y la dificultad de acceso a la vivienda.
Los precios de la vivienda alcanzan nuevos máximos
Durante los meses de verano, el valor medio de la vivienda usada en España se situó en 2.517 €/m², lo que supone un incremento interanual del 15,3 %, según datos de Idealista.
El aumento fue especialmente notable en la Comunidad de Madrid, con un alza del 21,7 %, seguida de Andalucía (19,8 %), Murcia (18,6 %) y la Comunidad Valenciana (16,9 %).
El informe de Tinsa confirma esta tendencia, con un crecimiento del 12,3 % interanual en septiembre, encadenando nueve meses consecutivos de subidas. En ciudades como San Sebastián, el precio medio ya supera los 6.200 €/m², convirtiéndola en la plaza más cara del país.
Esta escalada responde a un desequilibrio estructural: una demanda sólida y una oferta escasa. De hecho, el 13 % de las viviendas vendidas en el trimestre no llegó a anunciarse más de una semana antes de ser comprada, un síntoma de la fuerte competencia por los inmuebles disponibles.
Un año dorado para la inversión inmobiliaria
La inversión en el sector también vive un año récord. Según Colliers, durante los tres primeros trimestres de 2025 se han alcanzado 12.900 millones de euros, un 31 % más que en el mismo periodo del año anterior.
Por su parte, CBRE España estima que el año podría cerrar con entre 16.000 y 17.000 millones de euros en inversión total.
Los fondos internacionales y los vehículos institucionales continúan apostando por España, especialmente en tres segmentos clave:
Vivienda en alquiler (build-to-rent y multifamily)
Activos logísticos e industriales
Residencias turísticas y senior living
El atractivo radica en la estabilidad económica, el crecimiento del empleo y un contexto financiero más favorable gracias a los ajustes recientes del Banco Central Europeo.
Un mapa desigual, pero en crecimiento
Aunque el impulso es general, no todas las regiones se comportan igual. Las grandes capitales —Madrid, Barcelona, Valencia y Málaga— concentran buena parte de la demanda, tanto nacional como internacional.
Mientras tanto, las zonas costeras y turísticas experimentan subidas notables impulsadas por la compra extranjera, sobre todo en Baleares, Canarias y la Costa del Sol.
Por el contrario, el interior peninsular mantiene una evolución más moderada. No hay caídas, pero el ritmo de revalorización es menor, lo que podría representar una oportunidad para inversores que busquen rentabilidades aún accesibles.
Los retos: acceso, oferta y sostenibilidad
A pesar del dinamismo, el mercado inmobiliario español enfrenta varios desafíos.
El principal es la accesibilidad: los salarios no crecen al ritmo del precio de la vivienda, y los jóvenes encuentran cada vez más difícil acceder a una hipoteca.
Además, la falta de obra nueva limita la capacidad de respuesta ante la demanda. Según CBRE, el déficit de vivienda supera ya las 200.000 unidades, lo que ejerce presión sobre los precios tanto de compra como de alquiler. En el Informe Sectorial de CaixaBank se calcula que el déficit acumulado podría explicar hasta el 39% del encarecimiento del precio de las viviendas.
En paralelo, el mercado del alquiler sigue tensionado. La escasez de oferta y la incertidumbre regulatoria mantienen la renta media en máximos históricos, especialmente en las grandes ciudades.
A medio plazo, la vivienda sostenible y eficiente se perfila como uno de los grandes motores del sector: proyectos con certificación energética, materiales sostenibles y consumo casi nulo están ganando protagonismo en la inversión institucional.

Perspectivas para el cierre de 2025 y 2026
De cara al cierre del año, la mayoría de los analistas prevé que el precio de la vivienda siga creciendo, aunque con un ritmo algo más moderado. Singular Bank proyecta un aumento acumulado del 9 % entre 2025 y 2026. La inversión inmobiliaria se mantendrá sólida, impulsada por la confianza en el mercado español y la falta de alternativas de rentabilidad similares en otros sectores.
En los mercados financieros, según datos aportados por el Informe de Estrategia de Bankinter, las valoraciones actualizadas para 2026 apuntan a una mejora de beneficios empresariales cercana al 10 %, con potenciales de revalorización entre el 10 % y el 15 % en términos generales. España, sin embargo, muestra un margen más limitado, en torno al 2 %. Este repunte previsto se apoya en una prima de riesgo menos exigente y en la expectativa de que Europa retome el crecimiento tras un 2025 más débil.
A nivel macroeconómico, se espera un dólar moderadamente débil, moviéndose en torno a 1,20–1,25 €/USD, y un ajuste de los precios de las materias primas: el petróleo podría retroceder hacia los 60 $/barril, mientras el oro mantendría su fortaleza por encima de los 4.000 $/oz. Factores que, en conjunto, podrían ofrecer un soporte adicional al mercado inmobiliario, siempre que el equilibrio entre crecimiento y accesibilidad logre mantenerse.
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El balance del mercado inmobiliario español en el tercer trimestre de 2025 deja una fotografía clara: precios en ascenso, inversión récord y una demanda que supera con creces la oferta.
España se consolida como uno de los mercados más atractivos de Europa, pero la sostenibilidad de este crecimiento dependerá de la capacidad del sector y de las políticas públicas para aumentar la oferta de vivienda y mejorar la accesibilidad.
Para quienes piensen en comprar o invertir, este sigue siendo un buen momento, siempre que se elijan las zonas y segmentos con criterio a largo plazo.
